Countries<Argentina<Ciudad de Buenos Aires<Buenos Aires< El mito de la Facultad de Ingeniería de Buenos Aires
In 1909, the engineer and architect Arturo Prins won a competition to build the then Law Faculty of the University of Buenos Aires. The construction of this faculty, today the Faculty of Engineering, was not without problems and delays due to lack of financial resources.
So the years went by, with interruptions and new start-ups, until 1938, when the aspiration to complete Prins' project was completely abandoned. A year later, devastated by the news, legend has it that he fell into a severe depression and decided to commit suicide by throwing himself from one of the towers of his unfinished project.
Today, the rumour of that unfortunate architect is still heard in the corridors of the faculty, and on rainy days it generates in the students the fear of finding his ghost at the top of the tower.
Although the legend of the suicide is not true, the emotional trauma suffered by the architect when he found out that the building would never be finished, after fighting and litigating against so much impediment and injustice, could well have been a cause of death for him, which as we know, was in a room in the Podestá Sanatorium, surrounded by his loved ones, and not by shooting himself or throwing himself off one of the towers (never built).
En el año 1909 el ingeniero y arquitecto Arturo Prins, ganó un concurso para construir la entonces Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires. La construcción de esta facultad, hoy de ingeniería, no estuvo exenta de problemas y retrasos debido a falta de ingresos económicos.
Así transcurrieron los años, con interrupciones y nuevas puestas en marcha, hasta 1938, cuando se abandonó por completo la aspiración a concluir el proyecto de Prins. Un año después, devastado por la noticia, cuenta la leyenda que sumido en una grave depresión, decidió suicidarse arrojándose desde una de las torres de su inacabado proyecto.
Hoy en día todavía se escucha el rumor, en los pasillos de la facultad, de aquel desgraciado arquitecto, y en los días de lluvia genera en los estudiantes el miedo de hallar a su fantasma en la cima de la torre.
Si bien no es cierta la leyenda del suicidio, el trauma emocional que sufrió el arquitecto al enterarse de que el edificio jamás se terminaría, después de luchar y litigar contra tanto impedimento e injusticia, bien pudo ser para él una causa de deceso, que como se sabe, fue en una habitación del Sanatorio Podestá, rodeado por sus afectos y no por pegarse un tiro o arrojarse de una de las torres (jamás construidas).