Countries<Argentina<La Rioja (AR)<Villa Unión< Parque Nacional Talampaya
In addition to the spectacularity of its reddish walls, among which those corresponding to the canyon of the Talampaya Riverstand out, which have given it international fame, the Park houses a nature that is surprising for its adaptations to live in a desert environment. Among the species present are cacti and shrubs with reduced leaves such as jarillas, and animals such as guanacos, maras, land turtles and lizards. Pitch is a tree that is recognized by its smooth bark, a striking green and zigzagging and thorny branches with sparse foliage, adapted to dry environments. Its fossil sites have global importance because they form a unique sample of the fauna that lived during the Triassic Period, almost 200 million years ago. The mara (Dolichotis patagonum),our largest endemic mammal, frequents open places and is always alert to the presence of predators. In case of need, you can develop races in which you reach a speed of up to 80 km / h. It uses its front legs to dig burrows, which it inhabits with its mate and young. In the canyon and its surroundings, with walls of more than 100 meters high, the strange shapes eroded in the rock by the wind are striking, which the imaginary of locals and visitors recognizes with popular names, such as the case of the emblematic "Wizard King". Talampaya has one of the largest and most important representations of rock art in Argentina. Petroglyphs (stone engravings) are found on walls, rocks and eaves. The first human occupations in the area have been dated to at least 2,500 years BP (before the present). In addition to the spectacularity of its reddish walls, which have given it international fame, Talampaya is home to a surprising nature, both for its diversity and for the adaptations of organisms -plants and animals- to live in a desert environment distinctive of the ecoregion of Monte de Sierras y Bolsones. Warm and arid, with great daily thermal amplitude and intense solar radiation. The thermometer exceeds 40° C in summer and in winter it registers minimums below -7° C. There is up to 170 mm of precipitation per year, with heavy rainfall in the summer season. Between July and October the north wind predominates -locally called Zonda-, which sometimes takes on a certain virulence. It can be visited all year round, although in summer the rains can interrupt tourist services. It should also be borne in mind that the Park reaches the peak of visitors at Easter and winter holidays. The ubiquitous jarillas, are accompanied here by several species of cacti, challengers, carob trees and drinking molles, as well as a small tree with green bark: pitch. Mountain foxes, guanacos, maras, land turtles and a myriad of lizards make up part of the faunal cast, to which are added the condor, the mountain suri, the peregrine falcon and the black-footed chuña, as significant representatives of the birds. If those mentioned correspond to the current fauna, the remarkable abundance of fossil remains that are housed between the walls of sedimentary rock cannot be ignored. Their importance is given in the fact that they make up a unique sample of the fauna that lived during the Triassic period, almost 200 million years ago, in the work of the so-called Age of Dinosaurs. So much so that the remains of a species considered a pre-dinosaur, Lagosuchus talampayensis,about 30 cm in length, were found.
Además de la espectacularidad de sus paredones rojizos, entre los que se destacan los correspondientes al cañón del río Talampaya, que le han dado fama internacional, el Parque alberga una naturaleza por demás sorprendente por sus adaptaciones para vivir en un ambiente desértico. Entre las especies presentes se encuentran cactus y arbustos de hojas reducidas como las jarillas, y animales como guanacos, maras, tortugas terrestres y lagartijas. La brea es un árbol que se reconoce por su corteza lisa, de un verde llamativo y ramas zigzagueantes y espinosas con un follaje escaso, adaptado a los ambientes secos. Sus yacimientos de fósiles tienen importancia mundial debido a que conforman una muestra única de la fauna que vivió durante el Período Triásico, casi 200 millones de años atrás. La mara (Dolichotis patagonum), nuestro mamífero endémico de mayor tamaño, frecuenta lugares abiertos y está siempre alerta a la presencia de predadores. En caso de necesidad, puede desarrollar carreras en las que alcanza una velocidad de hasta 80 km/h. Utiliza sus patas delanteras para excavar madrigueras, que habita con su pareja y sus crías. En el cañón y sus inmediaciones, con paredones de más de 100 metros de altura, llaman la atención las extrañas formas erosionadas en la roca por el viento, a las que el imaginario de lugareños y visitantes reconoce con nombres populares, como el caso del emblemático “Rey Mago”. Talampaya cuenta con una de las representaciones de arte rupestre más grandes e importantes de Argentina. Los petroglifos (grabados en piedra) se encuentran en paredones, rocas y aleros. Las primeras ocupaciones humanas en la zona se han datado en al menos 2.500 años AP (antes del presente). Además de la espectacularidad de sus paredones rojizos, que le han dado fama internacional, Talampaya alberga una naturaleza por demás sorprendente, tanto por su diversidad como por las adaptaciones de los organismos -plantas y animales- para vivir en un ambiente desértico distintivo de la ecorregión del Monte de Sierras y Bolsones. Cálido y árido, con gran amplitud térmica diaria e intensa radiación solar. El termómetro supera los 40° C en verano y en invierno registra mínimas inferiores a los -7° C. Hay hasta 170 mm anuales de precipitación, con lluvias intensas en la época veraniega. Entre julio y octubre predomina el viento norte -llamado localmente Zonda-, que a veces cobra cierta virulencia. Se puede visitar todo el año, aunque en verano las lluvias pueden interrumpir las prestaciones turísticas. También conviene tener en cuenta que el Parque alcanza el pico de visitantes en Semana Santa y vacaciones de invierno. Las omnipresentes jarillas, son acompañadas aquí por varias especies de cactus, retamos, algarrobos y molles de beber, además de un arbolito de corteza verde: la brea. Zorros de monte, guanacos, maras, tortugas terrestres y una miríada de lagartijas componen parte del elenco faunístico, a los que se suman el cóndor, el suri cordillerano, el halcón peregrino y la chuña de patas negras, como significativos representantes de las aves. Si los mencionados corresponden a la fauna actual, no puede soslayarse la notable abundancia de restos fósiles que se alojan entre los paredones de roca sedimentaria. Su importancia está dada en el hecho de que conforman una muestra única de la fauna que vivió durante el período Triásico, casi 200 millones de años atrás, en los labores de la denominada Era de los Dinosaurios. Tal es así que se hallaron los restos de una especie considerada un pre-dinosaurio, Lagosuchus talampayensis, de unos 30 cm de longitud.