Countries<Spain<Andalucía [Andalusia]<Úbeda< Conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza
The Renaissance monumental complexes of Úbeda and Baeza, both located in the historic centre of each city, constitute a magnificent example of Renaissance urban planning and architecture that was declared a World Heritage Site in 2003.
Located in the province of Jaén, the exceptional nature of these two cities, separated by only nine kilometres, lies in the way they have developed and structured themselves throughout history in a dual manner. With their own traits and differing nuances, their complementarity made them function in some aspects as a single unit. History passed through both towns in an analogous way without one overshadowing the other, and in both we can find signs of their Hispano-Muslim past and of the medieval Christian city, which is why both conserve important remains of their respective walled enclosures, with the important reforms that during the Renaissance consolidate their definitive image being very significant.
During the 16th century Úbeda and Baeza achieved their greatest singularity as cities and it is also at this time that this duality is most evident from the formal point of view: thus, while in Baeza an important and numerous public civil and religious architecture was developed, Úbeda reflects in its palaces the power and wealth of the nobility. Andrés de Vandelvira was the main architect of this dual enclave and the figure who developed the art of Stereotomy - the art of stone cutting. His work is the greatest exponent of the possibilities that the mastery of traditional stonemasonry, translated with absolute freedom into classical forms, offered to the Hispanic way of building architecture in the Renaissance.
The monumental nuclei of each city constitute the representative spaces of the Renaissance as a full cultural expression of both cities.
In Úbeda this coincides with the Plaza Vázquez de Molina and its surroundings. This area includes a group of significant buildings from the work of Andrés de Vandelvira, which make up a unitary urban space, an exponent of the most qualified Renaissance transformation of the city and the setting around which some of the most outstanding religious monuments of this period are located: The Sacred Chapel of El Salvador or the church of Santa María de los Reales Alcázares, and among the civil buildings we should highlight the palaces of Deán Ortega, the Marquis of Mancera or Vázquez de Molina, the current seat of the town hall.
Baeza, for its part, also bears witness to its splendid past, and the Renaissance monumental ensemble is shown through the spatial axis that integrates the Cathedral, in the Plaza de Santa María, with the buildings of the University, the former Seminary and the former Jesuit College. Other outstanding works include the Plateresque façade of the Town Hall - formerly the 16th century prison - and the Plaza del Pópulo, also known as the Plaza de los Leones, where the former Audiencia and Carnicerías Reales (Royal Butchers) are located, or the convent of San Francisco - considered one of Vandelvira's key works along with the remodelling of the Cathedral -, and numerous palaces such as that of Jabalquinto, in the flamboyant Gothic style, whose façade contrasts with the simplicity of the church of Santa Cruz, one of the few examples of Andalusian Romanesque architecture.
Los conjuntos monumentales renacentistas de Úbeda y Baeza, situados ambos en el centro histórico de cada ciudad, constituyen un magnífico ejemplo de urbanismo y arquitectura renacentista que fue declarado Patrimonio Mundial en el año 2003.
Situadas en la provincia de Jaén, la excepcionalidad de estas dos ciudades separadas por tan sólo nueve kilómetros, radica en cómo se han desarrollado y estructurado a lo largo de la historia de forma dual. Con rasgos propios y matices diferenciales, su complementariedad las hizo funcionar en algunos aspectos como una sola unidad. La historia pasó de forma análoga por ambas poblaciones sin que una ensombreciera a la otra, y en las dos encontramos muestras de su pasado hispano-musulmán y de la ciudad medieval cristiana por lo que ambas conservan importantes restos de sus respectivos recintos amurallados, siendo muy significativas las importantes reformas que durante el renacimiento consolidan su imagen definitiva.
Durante el siglo XVI Úbeda y Baeza logran su mayor singularidad como ciudades y es también en este momento cuando más se manifiesta desde el punto de vista formal esta dualidad: así, mientras en Baeza se desarrolla una importante y numerosa arquitectura pública civil y religiosa, Úbeda refleja en sus palacios el poder y la riqueza de la nobleza. Andrés de Vandelvira fue el principal arquitecto de este enclave dual y la figura que desarrollará el arte de la Estereotomía –arte del corte de la piedra-. Su obra es el máximo exponente de las posibilidades que el dominio de la cantería tradicional, traducida con absoluta libertad a las formas clásicas, ofrecía a la forma hispana de hacer arquitectura del Renacimiento.
Los núcleos monumentales de cada ciudad constituyen los espacios representativos del Renacimiento como expresión cultural plena de ambas ciudades.
En Úbeda éste coincide con la Plaza Vázquez de Molina y su entorno. Este ámbito recoge un conjunto de edificios significativos de la obra de Andrés de Vandelvira, que componen un espacio urbano unitario, exponente de la transformación renacentista más cualificada de la ciudad y el escenario en torno al cual se sitúan algunos de los monumentos religiosos más sobresalientes de este momento: la Sacra Capilla de El Salvador o la iglesia de Santa María de los Reales Alcázares, y entre las edificaciones civiles cabría destacar los palacios del Deán Ortega, del Marqués de Mancera o de Vázquez de Molina, actual sede del ayuntamiento.
Por su parte, Baeza también da muestras de su esplendoroso pasado, y en ella el conjunto monumental renacentista se muestra a través del eje espacial que integra la Catedral, en la Plaza de Santa María, con los edificios de la Universidad, antiguo Seminario y antiguo Colegio de los Jesuitas. Se destacan también otras obras como la fachada plateresca del ayuntamiento -antigua cárcel del siglo XVI-, y la plaza del Pópulo, también llamada de los Leones, donde se sitúan la antigua Audiencia y Carnicerías Reales, o el convento de san Francisco -considerada una de las obras claves de Vandelvira junto con la remodelación de la Catedral-, y numerosos palacios como el de Jabalquinto, de estilo gótico flamígero, cuya fachada contrasta con la sencillez de la iglesia de la Santa Cruz, uno de los escasos ejemplos de románico andaluz.