Countries<Spain<Castilla y León<Atapuerca< Sitio arqueológico de Atapuerca
The Atapuerca archaeological basin was inscribed on the World Heritage List in 2000 as the site of the earliest and most abundant evidence of humans in Europe. In addition, the fossil remains that remain in the Atapuerca mountain range constitute an exceptional reservoir of information on the physical nature and way of life of the earliest European human communities.
The sites of the Atapuerca Archaeological Basin constitute an exceptional testimony to the history of human evolution, providing unique remains of the most remote inhabitants of Europe. Thus, the Sierra de Atapuerca offers the world's only evidence of "Homo antecessor", possibly the ancestor of "Homo sapiens", dating back more than 780,000 years, and the best fossil record of "Homo heidelbergensis", more than 4,000 human remains that represent more than 80% of the world total of Middle Pleistocene hominids, the ancestor of the European Neanderthals. The great abundance of remains (32 individuals of different ages and sexes), variety (the entire skeleton) and quality of preservation, set benchmarks for studies of the evolution of the genus "Homo".
The sites in the Sierra de Atapuerca have been known since the end of the 19th century, when the first systematic explorations of the Cueva Mayor karst system were carried out. It was at that time, when Spain was joining the industrial revolution, that a railway line was built across the southwest side of the Sierra through a deep trench that cut through numerous caves filled with Pleistocene sediments, exposing them to the light and clearly showing their stratification. Later, in 1950, the railway trench was used as a quarry, which had a negative effect on the deposits and destroyed part of them. In 1976, the mining engineer who was in the Sima de los Huesos in search of bear remains also recovered human remains. From then on, anthropological studies began and in the 1980s systematic excavations began in the Galería and the Sima de los Huesos. Since then, primitive lithic tools have been found at the base of the Gran Dolina (dated to 900,000 years ago) and soon after, in 1992, several skulls were found in the Sima de los Huesos, including the famous skull number 5, which gave international and scientific relevance to the site, making it essential for the study of human evolution. The following years would leave a rich record of tools together with human remains, all of them dated to 800,000 years ago, which confirms a very ancient human presence in Europe. In addition, studies were carried out on the markings on the bones, and a hypothesis of cannibalism was put forward, which would be the oldest reference found in Europe.
The sierra is formed by a limestone ridge in which a system of caves has been created by the action of water erosion, which were used by both animals and humans. Among the sites that make up the Atapuerca Archaeological Basin, the areas known as the Gran Dolina, the Zarpazos gallery-caves, the Penal site, the Sima del Elefante, the Sima de los Huesos and the Mirador stand out for the abundance and quality of the remains found. These sites are currently an obligatory reference point for any study of Human Evolution, unique in the world for their abundant and exclusive fossils: the fossil from the Sima del Elefante is more than 1,200,000 years old, making it the oldest European fossil found to date. It is a jawbone that was found associated with Olduvayense flint tools, tools from more than 1,200,000 years ago. This site is very close to Gran Dolina, where the first human fossils of the species "Homo antecessor" were found. These findings make the Sierra de Atapuerca an archaeological area of special scientific interest, which is always topical due to the continuity of discoveries of great importance, representing a historical, cultural and natural heritage of the first order.
La cuenca arqueológica de Atapuerca fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial en el año 2000 por ser allí donde se encontró la evidencia más temprana y abundante del ser humano en Europa. Además, los restos fósiles que permanecen en la sierra
de Atapuerca constituyen una reserva de información excepcional sobre la naturaleza física y el modo de vida de las comunidades humanas europeas más tempranas.
Los yacimientos de la Cuenca Arqueológica de Atapuerca constituyen un testimonio excepcional para conocer la historia de la evolución humana, proporcionando restos únicos de los más remotos pobladores de Europa. Así, la sierra de Atapuerca ofrece la única evidencia mundial de "Homo Antecessor", posiblemente el antecesor del "Homo Sapiens", con una datación de más de 780.000 años, y el mejor registro fósil de "Homo Heidelbergensis", más de 4.000 restos humanos que representan más del 80% del total mundial de los homínidos del Pleistoceno medio, antecesor de los neandertales europeos. La gran abundancia de restos (32 individuos de diferentes edades y sexo), variedad (todo el esqueleto) y calidad de conservación, marca pautas de referencia para los estudios de evolución del género "Homo".
Los yacimientos de la Sierra de Atapuerca se conocen desde finales del siglo XIX, cuando se realizan las primeras exploraciones sistemáticas del sistema karstico Cueva Mayor. Es en ese momento, época en la que España se estaba incorporando a la revolución industrial, cuando se construyó un trazado de ferrocarril que atravesaba la sierra por su lado suroeste mediante una profunda trinchera que a su paso atravesó numerosas cuevas colmatadas con sedimentos pleistocenos exponiéndolos a la luz y mostrando claramente su estratificación. Posteriormente, en 1950, la trinchera del ferrocarril se aprovecha como cantera, lo que afectó negativamente a los yacimientos y destruyó una parte de ellos. En 1976 el ingeniero de minas que se encontraba en la Sima de los Huesos en busca de restos de osos, recuperó también restos humanos. A partir de ahí comienzan los estudios antropológicos y en los años 80 se inician las excavaciones sistemáticas en la Galería y en la Sima de los Huesos. Desde entonces se han encontrado instrumentos líticos primitivos en la base de la Gran Dolina (datados hace unos 900.000 años) y al poco tiempo, en 1992, se localizan varios cráneos en la Sima de los Huesos, entre ellos el famoso cráneo número 5, que da relevancia internacional y científica al yacimiento haciéndolo imprescindible en los estudios de la evolución humana. Los años siguientes dejarían un rico registro de útiles junto con restos humanos, todos ellos datados en 800.000 años, lo que confirma una presencia humana muy antigua en Europa. Además, se realizan estudios de las marcas en los huesos, planteándose una hipótesis sobre canibalismo, que sería la referencia más antigua constatada en Europa.
La sierra está formada por una cresta calcárea en la que se ha creado, por la acción de la erosión del agua, un sistema de cuevas que fueron utilizadas tanto por los animales como por los humanos. Entre los yacimientos que forman la Cuenca Arqueológica de Atapuerca se pueden destacar, por la abundancia y calidad de los restos hallados, las áreas bautizadas como la Gran Dolina, galería-covacha de los Zarpazos, el yacimiento Penal, la Sima del Elefante, la Sima de los Huesos y el Mirador. Estos yacimientos son actualmente un referente obligatorio para cualquier estudio de la Evolución Humana, únicos en el mundo por sus abundantes y exclusivos fósiles: el fósil de la Sima del Elefante de más de 1.200.000 años de antigüedad lo convierte en el europeo más antiguo de la historia encontrado hasta el momento. Se trata de una mandíbula que apareció asociada a útiles de sílex de modo Olduvayense, herramientas de hace más de 1.200.000 años. Este yacimiento se encuentra muy cerca de Gran Dolina, donde se encontraron los primeros fósiles humanos de la especie “Homo Antecessor”. Estos hallazgos convierten a la Sierra de Atapuerca en una zona arqueológica de especial interés científico siempre de actualidad debido a la continuidad de los descubrimientos de gran trascendencia, representando un patrimonio histórico, cultural y natural de primer orden.