Countries<Spain<Castilla-La Mancha<Cuenca< Ciudad histórica fortificada de Cuenca
Cuenca was inscribed on the World Heritage List for being an exceptional example of a medieval fortified city that has preserved its original setting intact, together with excellent examples of civil and religious architecture from the 12th to the 18th century. The magnificent union between the historic city and the natural landscape in which it is situated was also highlighted.
The city, of medieval origin, is located on a rugged and unique site overlooking the gorges of the rivers Júcar and Huécar. Historically, Cuenca was a strategic place on the frontier built in Islamic times as a defensive focus in the centre of the Caliphate of Córdoba. Written sources from the 12th century highlight its walls and its important textile industry.
In 1177 a new era began for the city when it was conquered by Alfonso VIII of Castile. The consequent increase in population, with the settlement of Christian and Jewish populations, was reflected in the town planning and the construction of new buildings, such as its Cathedral, the first Gothic-style cathedral built in Spain.
The progressive expansion of the city overflowed the original upper area and the lower areas were populated, beginning to be organised into neighbourhoods. The 16th century was the period of greatest prosperity for Cuenca, which became a leading economic and administrative centre and an important economic activity, which slowed down considerably during the following century, when the power of the religious orders became the city's main support.
There are currently three different urban areas: the upper quarter, the historic working-class neighbourhoods and the transition zone between the two. Cuenca treasures a large number of first-rate religious and civil buildings, such as the Cathedral, convents, the bridge of San Pablo or its famous Casas Colgadas, nowadays a symbol of the city.
Cuenca fue inscrita en la Lista de Patrimonio Mundial por ser un ejemplo excepcional de ciudad fortificada medieval que ha conservado su entorno original intacto, junto con excelentes ejemplos de arquitectura civil y religiosa del siglo XII al XVIII. También se destacó la magnífica unión entre la ciudad histórica y el paisaje natural en el que se encuentra situada.
La ciudad, de origen medieval, se encuentra sobre un escarpado y singular enclave que domina las hoces de los ríos Júcar y Huécar. Históricamente, Cuenca fue un lugar estratégico en la frontera construido en época islámica como foco defensivo en el centro del Califato de Córdoba. Las fuentes escritas del siglo XII destacan sus murallas y su importante industria textil.
En 1177 se inicia una nueva etapa para la ciudad cuando es conquistada por Alfonso VIII de Castilla. El consiguiente aumento de su población, con el asentamiento de poblaciones cristianas y judías, tuvo su reflejo en el urbanismo y en la construcción de nuevos edificios, como su Catedral, la primera de estilo gótico construida en España.
La progresiva expansión de la ciudad desborda la zona alta original y se pueblan las zonas más bajas, empezando su organización en barrios. El siglo XVI es el de mayor prosperidad para Cuenca, convertida en un centro económico y administrativo de primer orden y una importante actividad económica, que se ralentiza notablemente a lo largo del siglo siguiente, en el que el poder de las órdenes religiosas se convierte en el principal apoyo de la ciudad.
Actualmente se diferencian tres conjuntos urbanos: el barrio alto, los barrios populares históricos y la zona de transición entre ambos. Cuenca atesora una gran cantidad de edificios religiosos y civiles de primer orden, tales como la Catedral, conventos, el puente de San Pablo o sus célebres Casas Colgadas, convertidas hoy en símbolo de la ciudad.