Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Alicante< Castillo de Santa Bárbara
The image of the mountain from the beach resembles a face, which is why it is called "the face of the Moor" and is an icon of the city of Alicante.
Archaeological remains from the Bronze Age, Iberian and Roman times have been found on its slopes, although the origin of the current fortress is to be found at the end of the 9th century with the Muslim domination.
The castle was given the name of Santa Bárbara because on her feast day, 4 December 1248, it was taken from the Arabs by the prince Alfonso of Castile, the future King Alfonso X the Wise. In 1296 James II took possession of the entire site for the Crown of Aragon and ordered it to be remodelled. Almost a century later, Peter IV the Ceremonious ordered the enclosure to be rectified and King Charles I ordered it to be fortified at the beginning of the 16th century.
It was not until the reign of Philip II that the castle underwent a major refurbishment, with the construction of most of the buildings that we can see today. The bombardments that Alicante suffered in 1691 by the French squadron and the military actions carried out against the castle in the period 1706-1709, during the War of Succession, when it was in the hands of the English, seriously affected the entire enclosure, which suffered the last military action in 1873 when the armoured frigate "Numancia", in the hands of cantonalist rebels from Cartagena, launched its projectiles at the town and its castle, which would be dismantled twenty years later.
During the Spanish Civil War, it was first used to hold prisoners who supported the Nationalist side, and later prisoners who supported the Second Republic, most of whom came from the port of Alicante and the Los Almendros concentration camp. The marks and engravings of those prisoners can still be seen today in some areas of the castle. It was used as a Francoist concentration camp until the end of 1939.
Until 1963, when it was opened to the public, it was abandoned.
The castle is divided into three distinct enclosures:
The first of these is the highest, and is known as "La torreta" (the turret) as it contains the old keep. It has the oldest remains of the whole fortress, some foundations from the 11th to 13th centuries.
The middle enclosure corresponds to the most important rooms completed in 1580: Philip II Hall, the old Troop Corps in front of the large Parade Ground, behind which are the ruins of the Santa Bárbara chapel, the Guard Corps, the Queen's Bastion, etc.
The lower enclosure dates from the 18th century, where we find the Revellín del Bon Repós, which currently serves as a car park and where the monument to the illustrious military man from Alicante, Félix Berenguer de Marquina, who was Captain General of the Philippines and Viceroy of New Spain, is located. The large white marble coat of arms (18th century) above the entrance door to the second enclosure used to be in the Real Consulado del Mar (Royal Consulate of the Sea), a building destroyed by an explosion.
Inside is the Museum of the City of Alicante (MUSA), made up of five rooms that are complemented by the Renaissance Aljibe (water cistern).
La imagen de la montaña desde la playa asemeja una cara, por lo que recibe el nombre de «la cara del moro» y es un icono de la ciudad de Alicante.
En sus laderas, se han encontrado restos arqueológicos de la Edad del Bronce, ibéricos y de la época romana, si bien el origen de la actual fortaleza hay que buscarlo a finales del siglo IX con la dominación musulmana.
Adquiere este castillo el nombre de Santa Bárbara porque el día de su festividad, 4 de diciembre de 1248, la tomó a los árabes el infante Alfonso de Castilla, futuro rey Alfonso X el Sabio. En 1296 Jaime II se posesiona de todo el recinto para la corona de Aragón y ordena su remodelación. Casi un siglo después, Pedro IV el Ceremonioso manda sea rectificado el recinto y el rey Carlos I ordenará su fortificación a comienzos del siglo XVI.
Hasta el reinado de Felipe II no se produce la gran reforma del castillo, con la construcción de las dependencias que en su mayoría hoy contemplamos. Los bombardeos que sufrió Alicante en 1691 por la escuadra francesa y las acciones bélicas llevadas a cabo contra el castillo en el período 1706–1709, durante la guerra de Sucesión, en que estuvo en poder de los ingleses, afectaron gravemente a todo el recinto que sufrió la última acción militar en 1873 cuando la fragata acorazada «Numancia», en manos de rebeldes cantonalistas de Cartagena, lanzó sus proyectiles sobre la población y su castillo, que sería desartillado veinte años después.
Durante la guerra civil española sirvió para recluir primero a prisioneros afines al bando Nacional, y posteriormente a prisioneros afines a la Segunda República, la mayoría procedentes del puerto de Alicante y del campo de concentración de Los Almendros. Todavía hoy pueden apreciarse las marcas y grabados de aquellos prisioneros en algunas de las zonas del castillo. Estuvo funcionando como campo de concentración franquista hasta finales de 1939.
Hasta 1963, en que fue abierto al público, estuvo en una situación de abandono.
El castillo se divide en tres recintos bien diferenciados:
El primero de ellos es el más alto, y se le conoce por «La torreta» al encontrarse en él la vieja Torre del Homenaje. Tiene los vestigios más antiguos de toda la fortaleza, unos basamentos de los siglos XI al XIII.
El recinto intermedio corresponde a las dependencias más importantes concluidas en 1580: Salón Felipe II, antiguo Cuerpo de la Tropa frente al amplio Patio de Armas a cuyas espaldas se hallan las ruinas de la ermita de Santa Bárbara, Cuerpo de Guardia, Baluarte de la Reina, etc.
Del siglo XVIII data el recinto inferior donde encontramos el Revellín del Bon Repós, que hace actualmente las funciones de aparcamiento y en el que se ubica el monumento al ilustre militar alicantino Félix Berenguer de Marquina, quien fuera capitán general de Filipinas y virrey de la Nueva España. El gran escudo de mármol blanco (siglo XVIII) que hay sobre la puerta de acceso al segundo recinto se hallaba en el Real Consulado del Mar, edificio destruido por una explosión.
En su interior se encuentra el Museo de la Ciudad de Alicante (MUSA), integrado por cinco salas que se complementan con el Aljibe renacentista.