Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Andilla< Ermita de Santa Inés
A distinctive symbol of Andilla, dating back to the 16th century, it is located next to the ruins of the Muslim castle, on the Tosal, at an altitude of almost 900 m. It was originally built on top of a much older one.
It was originally built on top of another much older one. It is a curious circular temple, unusual in our lands. Built with thick masonry walls that give it a certain fortified appearance, it ends in an overhang with a pronounced cornice that supports the large blue-tiled dome, its most outstanding feature.
The flared entrance door opens onto a straight section of the façade, which has been extended in modern times with a porch with a whitewashed gable roof and a large rectangular door. The interior, which is surprisingly bright, is circular and decorated in the neoclassical style. In its last restoration, its original colours were recovered: rust reds, greens, ochres and earths. In the altarpiece at the front there is an empty white niche flanked by four columns. Four paintings of Saint Agnes simulating relief decorate the spaces between the pilasters. To the right of the chancel there is a door that leads to the sacristy, which on the outside is extended at the back with a single-slope roof.
Símbolo distintivo de Andilla, origen del S. XVI, se halla junto a las ruinas del castillo musulmán, sobre el tosal de casi 900 m de altitud.
En su origen fue levantada sobre otra de mucha mayor antigüedad. Es un curioso templo circular, poco habitual en nuestras tierras. Construida con gruesos muros de mampostería que le dan un cierto aspecto de fortificación, remata en un voladizo con pronunciada cornisa que sustenta la gran cúpula de tejas azules, su elemento más destacado.
La puerta de acceso, abocinada, se abre sobre una porción recta de fachada, la cual se ha prolongado en época moderna con un porche con techado de barraca a dos aguas, blanqueado y con amplia puerta rectangular. El interior, sorprendentemente luminoso, es circular y está decorado al gusto neoclásico. En su última restauración se recuperaron sus colores originales: rojos óxidos, verdes, ocres y tierras. En el retablo de obra del testero se abre un blanco nicho vacío flanqueado por cuatro columnas. Cuatro pinturas de Santa Inés simulando relieve decoran los espacios entre las pilastras. A la derecha del presbiterio se abre una puerta que da acceso a la sacristía, que por el exterior se prolonga en la parte trasera con tejado a una sola vertiente.