Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Benavites< Iglesia de Santiago de Benicalaf
The temple of Benicalaf, in the district that bears its name within the municipality of Benavites and located on the road to Uixò (ancient Iberian-Roman road Augusta) less than a kilometre east of the town centre, has its origins in a rural Moorish farmhouse called Benicalaf that dates back to the time of the Saracen domination. This ancient settlement was annexed to Benavites in 1856, with the church dedicated to the apostle St. James being the only remains still standing.
Benicalaf was one of the most populated villages in Vall de Segó; in 1325 the census was 96 inhabitants and 76 in 1830.
It is a Mannerist-style building. The architecture of the church has a rectangular floor plan, with a single nave divided into three sections and a chancel. The vault is a half barrel vault with lunettes, supported by semicircular arches.
The vault has frescoes depicting the Eucharist, the Immaculate Conception, the Holy Trinity and the Apostleship.
The facade is covered with a plaster over which a simulation of ashlars was painted. There is a small façade of mannerist inspiration. It is crowned by a belfry with three arches.
The interior is decorated with frescoes depicting figures and allegories of the Eucharist, the Immaculate Conception, the Holy Trinity and the Apostleship.
Some fragments of a beautiful sgraffito, very similar to that of the church in the town of Benavites, have been preserved. It seems that these paintings were made in the 18th century.
At the beginning of the 20th century, the church was disused for worship and was first transformed into a storehouse and then into a corral for storing livestock.
El templo de Benicalaf, en la partida que lleva su nombre dentro del término de Benavites y situado en el camino de Uixò (antigua vía ibero-romana Augusta) a menos de un kilómetro al Este del casco urbano, tiene su origen una alquería rural morisca llamada Benicalaf que se remonta a tiempo de la dominación sarracena. Este antiguo poblado que en 1856, se anexionó a Benavites, siendo el templo consagrado al apóstol Santiago el único resto que queda en pie.
Benicalaf fue una de las poblaciones más populosas de Vall de Segó; en 1325 el censo era de 96 habitantes y de 76 en 1830.
Se trata de un edificio de estilo manierista. La arquitectura del templo es de planta rectangular, de una sola nave dividida en tres tramos y la cabecera. La bóveda es de medio cañón con lunetos, estando sustentada por arcos de medio punto.
La bóveda presenta frescos que representan la Eucaristía, la Inmaculada, la Santísima Trinidad y el Apostolado.
La fachada está recubierta por un enlucido sobre se pintó una simulación de sillares. En ella hay una pequeña portada de inspiración manierista. Está coronada per una espadaña de tres arcos.
El interior, que se halla lucido se decora con fresco que representan figuras y alegorías de la Eucaristía, la Inmaculada, la Santísima Trinidad y el Apostolado.
Se conservan algunos fragmentos de un bello esgrafiado, muy similar al del templo de la villa de Benavites. Parece ser que estas pinturas fueron realizadas en el siglo XVIII.
A principios del siglo XX, el templo fue inhabilitado por el culto transformándose en almacén primero y después en corral para guardar ganado.