Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Benirredrá< El Porrat
The Prat is a fair, a small market of dried fruits and cakes, towers, sweets and all kinds of menus and desserts, held in many Valencian villages at the expense of a church or shrine at its festive time. Its origin lies in the festive phenomenology of some passes, when the porrats allow to suffer, totally or partially, the expense of the festive day in honor of the saint.
Currently, the celebration is moving away from the strict religious and becomes a meeting point for people, in a cultural and recreational event that allows our neighbors and visitors to enjoy exhibitions, music, dances, excursions, gastronomy, popular games like the smallest, craft workshops ... The Porrat has become an element of recovery of the cultural heritage of each village, as well as a great tourist attraction for the town.
In Benirredrà, the porrat is celebrated in honor of Sant Antoni, the second week of January. The story goes that the saint cured a little pig that had been born blind and without feet. From that moment on he is considered the protector of animals. Our elders celebrate the feast with a bonfire, singing, dancing and preparing sausages and bait in the breezes. During the slaughter, the working and companion animals benefit, as well as the carob trees, straw and corn that will serve as food. At a time when bread was a scarce and essential commodity, the act of sharing bread with curative owners becomes a fundamental part of the festive ritual.
The Porrat de Benirredrà has its origin in the fair that was installed around the hermitage of Sant Antoni. The people, after going up to the hermitage in pilgrimage, stayed with the traditional cassola of arròs al forn in the mountain. Another tradition was to make the mocadorà, which consists of men filling handkerchiefs with all kinds of dried fruits to give to lovers.
In addition, the festival is a recreational event, recovering the festivities, street theater, band concerts, craft market and commercial premises. Also, as working animals have almost disappeared, it is mainly pets that receive the blessing.
El Prat es una feria, un pequeño mercado de frutos secos y pasteles, torres, dulces y todo tipo de menús y postres, que se celebra en muchos pueblos valencianos a expensas de una iglesia o ermita en su época festiva. Su origen está en la fenomenología festiva de algunos pases, cuando los porrats permiten sufrir, total o parcialmente, el gasto de la jornada festiva en honor al santo.
En la actualidad, la celebración se aleja de lo estrictamente religioso y se convierte en un punto de encuentro para la gente, en un evento cultural y lúdico que permite a nuestros vecinos y visitantes disfrutar de exposiciones, música, bailes, excursiones, gastronomía, juegos populares como el de los más pequeños, talleres de manualidades... El Porrat se ha convertido en un elemento de recuperación del patrimonio cultural de cada pueblo, además de un gran atractivo turístico para la localidad.
En Benirredrà, el porrat se celebra en honor a Sant Antoni, la segunda semana de enero. La historia cuenta que el santo curó a un cerdito que había nacido ciego y sin patas. Desde ese momento se le considera el protector de los animales. Nuestros mayores celebran la fiesta con una hoguera, cantando, bailando y preparando embutidos y cebos en las brisas. Durante la matanza se benefician los animales de trabajo y de compañía, así como los algarrobos, la paja y el maíz que les servirán de alimento. En una época en la que el pan era un bien escaso e imprescindible, el acto de compartir el pan con los dueños curativos se convierte en una parte fundamental del ritual festivo.
El Porrat de Benirredrà tiene su origen en la feria que se instalaba alrededor de la ermita de Sant Antoni. La gente, tras subir a la ermita en romería, se quedaba con la tradicional cassola de arròs al forn en la montaña. Otra tradición era hacer la mocadorà, que consiste en que los hombres rellenen pañuelos con todo tipo de frutos secos para regalar a los enamorados.
Además, la fiesta es un evento lúdico, recuperando los festejos, el teatro de calle, los conciertos de bandas, el mercado de artesanía y los locales comerciales. Además, como los animales de trabajo casi han desaparecido, son principalmente las mascotas las que reciben la bendición.