Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Campello< Yacimiento arqueológico de La Isleta
These lands were separated from the coast by an earthquake at an unknown date, and in the 1930s they were again artificially joined to the land. The first excavations were carried out by F. Figueras Pacheco between 1931 and 1935 and, in the 1970s, by E. A. Llobregat. These works resulted in the confirmation of the existence of different civilizations and cultures in this place, being the Roman, the Iberian and the Bronze Age the most important ones, therefore, we are in front of a site of more than 5,000 years of antiquity.
From the Iberian period, vessels, weapons, tombs and remains of pottery have been found, as well as unique buildings that lead us to believe in the existence of an important productive and commercial activity related to other Mediterranean cultures between the 2nd and 4th centuries BC.
From the Roman period, some small baths have been found that would have belonged to an agricultural village that no longer exists and, linked to this and other nearby ones, some nurseries cut into the rock. Despite the erosion, you can still make out the ponds, connected to the sea, where the fish were bred. These constructions (els Banyets) give the site its name because, according to oral tradition, they were the baths of a Moorish queen.
The site is currently supervised by the Archaeological Museum of Alicante.
La Isleta ceased to be an island in 1944 with the construction of an isthmus of earth by means of blasting that destroyed part of the site, but until the Middle Ages it was, as it is today, a small peninsula.
The site shows signs of occupation from the end of the 3rd millennium BC. It was occupied again during the Bronze Age. In the 5th century BC, it was populated by members of the Iberian culture, and a certain amount of productive activity was noted, with facilities for the processing of agricultural products and for the preservation of fish. The Iberian settlement was abandoned in the 3rd century BC and the site remained uninhabited for three hundred years. In Roman times, an agricultural village was built on top of the Iberian and prehistoric ruins, which had a small thermal baths. From this period are some rafts at the southern end and north of the islet, connected to the sea, interpreted as a fish farm where fish were bred; these constructions give the name of the Baños de la Reina (Queen's Baths) to the area of the site, as according to popular imagination they were the baths of a Moorish queen. The last period of occupation of the Isleta was Islamic in the 11th century.
Of great interest are the floor plans of the two temples, one of Semitic tradition (worship of Tanit or a goddess of fertility), the other Latin. Materials consisting of imported ceramics (4th century Attic pottery with graffiti in the Greek-Iberian alphabet, etc.), luxury ware of Punic and Italic origin and from the workshop of Rosas. The material remains allow us to estimate the beginning of the Iberian settlement around the middle of the 5th century BC, with a period of splendour in the 4th century BC, and the end of the occupation in the 3rd century BC. Subsequent occupation took place during the Imperial Roman and Arab periods, until it was probably abandoned in the 11th century. Prior to the Iberian period, a Bronze Age occupation was documented.
Since 2006, initiatives have been underway to transform it into an archaeological park and return it to being an island separated from the land by a wooden walkway, thus allowing the flow of water.
Estos terrenos quedaron separados de la costa mediante un terremoto en fecha desconocida, y por los años treinta del pasado siglo nuevamente se unieron a tierra artificialmente. Las primeras excavaciones se llevaron a cabo por F. Figueras Pacheco entre los años 1931 y 35 y, ya en la década de los 70, por E. A. Llobregat. Estos trabajos dieron como resultado la confirmación de la existencia en este lugar de distintas civilizaciones y culturas, siendo la Romana, la Ibérica y la de la Edad del Bronce las más importantes, encontrándonos, por lo tanto, ante un yacimiento de más de 5.000 años de antigüedad.
De época ibérica, se han encontrado vasijas, armas, tumbas y restos de cerámica, así como singulares edificios que nos hacen pensar en la existencia de una importante actividad productiva y comercial relacionada con otras culturas del mediterráneo entre los siglos II y IV A.C.
De época romana se ha encontrado unas pequeñas termas que pertenecerían a una villa agrícola desaparecida y, vinculada a ésta y a otras cercanas, unos viveros cortados en la roca. A pesar de la erosión, aún se pueden distinguir las balsas, comunicadas con el mar, en las que eran criados los peces. Estas construcciones (els Banyets) dan nombre al yacimiento ya que según la tradición oral eran los baños de una reina mora.
El yacimiento es actualmente supervisado por el Museo Arqueológico de Alicante
La Isleta dejó de ser isla en 1944 con la construcción de un istmo de tierra por medio de una voladura que destruyó parte del yacimiento, sin embargo, hasta la Edad Media era, tal como ahora, una pequeña península.
El lugar presenta indicios de ocupación desde finales del tercer milenio a. C.. Fue ocupado de nuevo durante la Edad de Bronce. En el siglo V a. C., fue poblado por miembros de la cultura ibérica, destacándose una cierta actividad productiva, con instalaciones de transformación de productos agrícolas y para la conservación de pescado. El poblado ibérico se abandonó en el siglo III a. C. y durante trescientos años el lugar quedó despoblado. En época romana, sobre las ruinas ibéricas y prehistóricas se alzó una villa agrícola que contaba con unas pequeñas termas. De esta época son unas balsas en el extremo meridional y al norte de la isleta, comunicadas con el mar, interpretados como piscifactoría en las que eran criados los peces; estas construcciones dan el nombre de los Baños de la Reina a la zona del yacimiento, pues según el imaginario popular eran los baños de una reina mora. El último periodo de ocupación de la Isleta es islámico del siglo XI.
De gran interés son las plantas de los dos templos, uno de tradición semítica (culto de Tanit o de una diosa de la fecundidad), el otro latino. Materiales consistentes en cerámicas de importación (áticas del siglo IV con grafitos en alfabeto greco-ibérico, etc), vajilla de lujo de origen púnico, itálico y del taller de Rosas. Los restos materiales permiten estimar el comienzo del poblado ibérico en torno a la mitad del siglo V AC, con un momento de esplendor en el IV, y el final de la ocupación en el III. Con posterioridad se produjo una ocupación en época romana imperial y árabe, hasta su abandono probablemente en el siglo XI. Anterior a la época ibérica se documentó una ocupación en la edad del bronce.
Desde 2006 existen iniciativas para su transformación en parque arqueológico y vuelva a ser una isla separada de tierra por una pasarela de madera, permitiendo así el flujo de agua.