Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Campo de Mirra< Fábrica de Licores
The architectural style of the façade of this building is an example of the prevailing trend at the beginning of the 20th century of paying attention to the ornamental details of its façades as symbols of the company's commercial value.
The original building had a rectangular, single-storey plan and a single entrance door.
The main façade has a symmetrical layout, and the signs are still visible, arranged diagonally along the slope of the pitched roof, indicating the activity carried out in the building "Anisados - Licores" (Anisados - Liquors).
The interior of the building has undergone a series of modifications, as the company needed more space to develop its activity.
The founder of this company, Mr. Manuel Ferrándiz Hernández, owned a grocery shop next to the Campo de Mirra Town Hall, and at the same time worked for Mr. Fernando Amorós, an important industrialist from Biar, dedicated to various activities. Fernando, focused on wine production, would transfer the distillery activity to him, leading him to start his activity in Campo de Mirra.
When he started the distillery activity, he established himself in the building located in front of this factory. The First World War had a positive effect on the company's activity, as during those years the activity was incessant, considerably increasing the number of exhibitions and leading Mr. Manuel to expand his installations. It was then, in 1917, that the building in question was constructed.
During the Spanish Civil War, Manuel, aware that he was going to be arrested, fled to Murcia. His factory was seized, and he continued his activity with the person in charge of the administration.
At the end of the Civil War, the property was returned to him, and he continued his business again.
In the middle of the 20th century, Mr. Manuel was succeeded by his son Mr. José María Ferrándiz, who enlarged the factory and acquired the brand name of the liqueurs produced in Colonia de Santa Eulalia.
Some of the most prestigious specialities were Anís Mirra and Santa Eulalia cognac, without forgetting the wide variety of syrups with flavours of lemon, strawberry, blackberry, pineapple, raspberry, redcurrant, coconut... Also outstanding were the cocoa cream, punch, vodka, mint, as well as other liqueurs called Amor de Soltera or Perfecto Amor.
José Antonio was succeeded by his two sons, Manuel José and José Antonio. José Antonio, until, over the years, due to the change in consumer habits among the public and competition from other producers, what had been a prosperous and profitable industry finally began to languish, and his heirs were forced to cease the activity definitively in the 1980s, So that only the building that once housed its headquarters, a collection of bottles of its well-known products and various commercial documents and household goods have survived to the present day, reminding us of the past existence of what was once the Manuel Ferrándis Liquor and Syrup Factory.
El estilo arquitectónico que presenta la fachada de este edificio es una muestra de la tendencia imperante de principios del siglo XX, consistente en prestar atención a los detalles ornamentales de sus fachadas, como símbolos del valor comercial de la empresa.
La construcción inicial tenía una planta rectangular y de una sola altura y presentaba una única puerta de acceso.
La fachada principal presenta una disposición simétrica, y todavía se aprecian los rótulos dispuestos en diagonal siguiendo la inclinación de la techumbre a dos aguas, que indicaban la actividad que se desarrollaba en el edificio “Anisados – Licores”.
El interior del edificio ha sufrido una serie de modificaciones, a medida que la empresa iba necesitando de mayor espacio para desarrollar su actividad.
El fundador de esta empresa D. Manuel Ferrándiz Hernández, poseía una tienda de comestibles, junto al Ayuntamiento de Campo de Mirra, al tiempo que trabajaba para D. Fernando Amorós, importante industrial de Biar, dedicado a diversas actividades. Fernando, centrado en la elaboración de vino, le trasladaría a él la actividad de destilería, llevándole a iniciar su actividad en Campo de Mirra.
Cuando inicia la actividad de destilería se establece en el edificio situado enfrente de esta fábrica. La I Guerra Mundial afectará positivamente la actividad de la empresa, ya que durante esos años la actividad es incesante, aumentando considerablemente el número de exposiciones y llevando a D. Manuel a ampliar sus instalaciones. Sería entonces, en 1917, cuando construirá el edificio que nos ocupa.
Durante la Guerra Civil Española, D. Manuel, conocedor de que iban a detenerle, huye a Murcia. Su fábrica es incautada, continuando la actividad con el encargado de la administración.
Finalizada la Guerra Civil, se le restituye la propiedad, siguiendo de nuevo con su actividad.
A mediados del siglo XX, a D. Manuel le sucederá su hijo D. José María Ferrándiz, quien realiza una ampliación de la fábrica y adquirirá la marca de los licores elaborados en la Colonia de Santa Eulalia.
Algunas de las especialidades de mayor prestigio fueron el Anís Mirra y el coñac Santa Eulalia, sin olvidar la gran variedad de jarabes con sabores a limón, fresa, zarza, piña, frambuesa, grosella, coco… También destacaba la crema de cacao, el ponche, vodka, menta, así como otros licores denominados Amor de Soltera o Perfecto Amor.
A D. José Antonio, le sucederán sus dos hijos, D. Manuel José y D. José Antonio, hasta que, al cabo de los años por el cambio en los hábitos de consumo en la ciudadanía, la competencia de otros productores, finalmente, la que había sido una próspera y rentable industria, fue languideciendo, viéndose sus herederos abocados al cese definitivo de la actividad en la década de los años 80 del siglo XX, de manera que únicamente el edificio que albergó un día su sede, una colección de botellas de sus reconocidos productos y diversos documentos comerciales y enseres de la casa, han podido llegar hasta nuestros días, recordándonos la pasada existencia, de la que un día fue la Fábrica de Licores y Jarabes de Manuel Ferrándis.