Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Cañada< La Bodega Nova
It is a rectangular building, and according to oral testimonies, it was originally located isolated from the group of dwellings. Originally, the building had a single entrance door and several windows, some of which were used for weighing and receiving the grapes.
The wine cellar was divided into four departments for treading the grapes, the tanks for storing the wine and the storage of equipment.
The first written reference we find to this building is dated 31st August 1920, in which Ms. Josefa Valdés Ferriz bought the winery from Mr. Plácido Gras for 24,000 pesetas. In 1939 Dª Josefa Valdés Ferriz, sold the winery to D. Gil Gómez Navarro, who in 1942 sold it to D. Eugenio Menor Hernández for 50.000 pesetas.
In 1949, Eugenio's widow sold half of the bodega building to Francisco Mataix Martínez. From that date onwards, the building underwent a series of major renovations, and at the same time lost its winemaking activity. Since then, the different sections have been used for different activities: warehouse, pig farm, fruit warehouse, kitchen furniture manufacture, wholesale trade of textile products or, at present, sale of vehicles.
Today the building is divided into three different premises, belonging to different owners, although on the outside it still retains its original structure, with the exception of the chamfered corner at one end.
Se trata de un edificio de planta rectangular, y según testimonios orales, emplazado en origen aislado del conjunto de viviendas. En origen, el edificio contaba con una única puerta de acceso, así como varias ventanas, algunas de las cuales estaban destinadas al pesado y recepción de la uva.
La bodega estaba dividida en cuatro departamentos, destinados para pisar la uva, pilas para depositar caldos y almacenamiento de enseres.
La primera referencia escrita que encontramos de este edificio es de fecha 31 de agosto de 1920 en la que Dª Josefa Valdés Ferriz compra a D. Plácido Gras la bodega por 24.000 pesetas. En 1939 Dª Josefa Valdés Ferriz, vende la bodega a D. Gil Gómez Navarro, quien en 1942 vende a D. Eugenio Menor Hernández por la cantidad de 50.000 pesetas.
En 1949 la viuda de Eugenio vende la mitad del edificio de la bodega a Francisco Mataix Martínez. A partir de esa fecha, el edificio sufrirá una serie de reformas importantes, al tiempo que perderá su actividad de elaboración de vino. Desde entonces, las diferentes secciones se destinarán a diversas actividades: almacén, granja de cerdos, almacén de frutas, fabricación de muebles de cocina, comercio al por mayor de productos textiles o, en la actualidad, venta de vehículos.
En la actualidad el edificio se encuentra dividido en tres locales distintos, pertenecientes a varios propietarios, aunque por su parte exterior todavía conserva su estructura original, a excepción del chaflán practicado en uno de sus extremos.