Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Cuartell< Molí Nou
With more than 250 years old, this mill is one of the few that preserves its machinery intact in which much of the rice production of the time was produced, which allows us to see it working and then follow 'la Ruta de l'Aigua' to the marsh and the sea.
Built in 1741, the "Molí Nuevo", "Doblons" or "Molí de Diego" (surname of the last millers). Restored in 2001, it adopted the name of "Molí Nou" and currently conserves the original structure and machinery of the two wooden mills - one for wheat and the other for rice - which were in operation until the 1960s.
The distribution of the building follows the Valencian Gothic style with a central courtyard around which the whole building is organized. We also find today the rooms corresponding to what was once the stable, the cellar, the stable for domestic animals and the laundry, among others.
Currently, the mill houses the Water Museum and is one of the obligatory stops on the Water Route. It also hosts monthly exhibitions and a permanent ethnological exhibition with old tools and utensils of the countryside.
The Molí Nou is a point of connection with the agricultural past of Quartell and a place that allows us to learn about and delve into our history.
The building has a space reserved for the entrance of carts, now converted into a courtyard. Nor does it lack the rest of the traditional rooms of the 18th century mills with their stables, cellar, wells or cisterns and laundry area. The mechanism of the Molí Nou is diversified in two areas: the one reserved for the milling of the cereal and the one for the whitening of the rice. The cleaning and preparation system of the latter has a wooden framework, pulleys and highly complex sieving mechanisms that are preserved in perfect working order in this heritage jewel.
The achievement of flour required the activation of the millstone forged by the kinetic force of water; the cereal contained in the hopper was subjected to milling according to the requirements of the neighbor. But the best thing is that, each of the essential pieces of the water route and on the millstones, as well as the mechanism of transport of the grain and the flour, can be observed completely in this Molí converted today in ethnological museum.
Con más de 250 años, este molino es uno de los pocos que conserva su maquinaria intacta en la que se producía gran parte de la producción de arroz de la época, lo que permite verlo funcionar y seguir luego ‘la Ruta de l’Aigua’ hasta el marjal y el mar.
Edificado en 1741, el “Molí Nuevo”, “Doblons” o “Molí de Diego” (apellido de los últimos molineros) Restaurado en el año 2001, adoptó el nombre de “Molí Nou” y en la actualidad conserva la estructura y maquinaria original de los dos molinos de madera -uno para el trigo y otro para el arroz-, que van estar en funcionamiento hasta los años 60 del siglo pasado.
La distribución del edificio sigue el estilo del gótico valenciano con un patio central en torno al cual se organiza toda la edificación. También encontramos en la actualidad las estancias correspondientes a lo que en su día fue el establo, la bodega, la cuadra para los animales domésticos y el lavadero, entre otros.
Actualmente, el molino alberga el Museo del Agua y es uno de los puntos de paso obligado de la Ruta del Agua. También acoge exposiciones mensuales y una exposición etnológica permanente con herramientas y utensilios del campo antiguos.
El Molí Nou es un punto de conexión con el pasado agrícola de Quartell y un lugar que permite conocer y adentrarnos en nuestra historia.
El edificio cuenta con un espacio reservado para la entrada de carros, convertido ahora en patio. Tampoco le faltan el resto de las estancias tradicionales de los molinos del XVIII con sus establos, bodega, pozos o cisternas y zona de lavadero. El mecanismo del Molí Nou se diversifica en dos zonas: La reservada para la molturación del cereal y la del blanqueo del arroz. El sistema de limpieza y preparación de este último cuenta con un entramado de madera, poleas y mecanismos de cribado sumamente complejos que se conservan en perfecto estado de funcionamiento en esta joya patrimonial.
La consecución de la harina exigía la activación de la muela forjada por la fuerza cinética del agua; el cereal contenido en la tolva se veía sometido a molturación en función del requerimiento del vecino. Pero lo mejor es que, cada una de las piezas esenciales del recorrido del agua y sobre las muelas, así como el mecanismo de transporte del grano y la harina, pueden observarse completamente en este Molí convertido hoy en día en museo etnológico.