Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Sinarcas< Fábrica de Las Harinas
The Flour Factory of Sinarcas was built in 1935 by Mr. Angel Palomares Jiménez and after the Civil War, in 1941, it was acquired by the Cañizares family of milling tradition. All the original structure and machinery have been maintained, without having undergone any significant changes since its installation.
The central building, which houses all the machinery, has a rectangular floor plan measuring 15 x 12 m. made up of a ground floor, a first floor and a central basement, with stone walls and a curved tile gable roof, supported by wooden knives. The main façade is representative for its double-leaf door and 7 vertical windows. The main attraction of the factory is its central building and the original machinery preserved inside, which has remained unchanged since 1935. It is an example of the first industrial flour mills that used the electric motor and new mechanical systems, banishing the old stone millstones moved by wind, animal power or waterfalls.
In the basement, a single electric motor, placed at one end, moves all the machinery and all the lifting and transport systems by means of a shaft to which ten or so pulleys are attached, with their original leather belts.
The factory remained in operation until the end of the 1980s. It is currently owned by Sinarcas Town Council and houses the Cereal Museum.
La Fábrica de Harinas de Sinarcas, fue construida en 1935 por D. Ángel Palomares Jiménez y tras la Guerra Civil, en el año 1941, fue adquirida por la familia Cañizares de tradición molinera. Se mantiene toda la estructura y la maquinaria original, sin haber sufrido cambios relevantes desde su instalación.
El edificio central, que alberga toda la maquinaria, tiene planta rectangular de 15 x 12 m. compuesto de planta baja, piso y un sótano central, con muros de piedra y cubierta de teja curva a dos aguas, sostenida por cuchillos de madera. La fachada principal es representativa por su puerta de doble hoja y 7 ventanas verticales. El principal atractivo de la fábrica se centra en su edificio central y en la maquinaria original conservada en su interior, que no ha experimentado cambios desde 1935. Es un ejemplo de las primeras harineras industriales que utilizaron el motor eléctrico y nuevos sistemas mecánicos, desterrando a las viejas muelas de piedra movidas por el viento, la fuerza animal o los saltos de agua.
En el sótano un único motor eléctrico, colocado en un extremo, da movimiento a toda la maquinaria y a todos los sistemas de elevación y transporte a través de un eje al que van unidos una decena de poleas, con sus originarias correas de cuero.
La fábrica permaneció en funcionamiento hasta finales de los años 80. Actualmente es propiedad del Ayuntamiento de Sinarcas y alberga el Museo del Cereal.