Countries<Spain<Comunidad Valenciana<Valencia< Mercado Central de Valencia
The space that currently occupies the Central Market was, since the first expansion of the city, the usual location of the street markets. In 1839, in this location, an open market, the New Market, the germ of the current Central Market, was inaugurated. Towards the end of the 19th century this market is clearly insufficient for the city of Valencia. For this reason, in 1910, the City of Valencia announces a new competition for the construction of the new market and, of the six projects presented, the one of the architects Alejandro Soler March and Francisco Guardia Vial is chosen.
The architects Alejandro Soler March and Francisco Guardia Vial, at the behest of the municipal corporation, modified the original project and the Market was built according to the project dated in November 1914. The work was completed in 1928 by the architects Enrique Viedma and Ángel Romaní.
Alfonso XIII starred in the protocol with which the demolitions began. On October 24, 1910, with a silver pickaxe he gave several blows on the wall of number 24 of the Market Square. Finally, on January 23, 1928, the current building of the Central Market of Valencia was inaugurated.
The spectacle of the Central Market is undeniable. It is one of the most attractive and visited buildings in the city of Valencia. Its architecture does not break the aesthetic of the square, where it integrates perfectly with two other important monuments: the Silk Exchange and the Church of Saints Juanes. It is undoubtedly the most representative building of Valencia that at the beginning of the 20th century advances towards technological and commercial progress and is proud of the agricultural potential of its garden. This commitment to progress and agricultural production is reflected in the modernist structure of the market and the allegorical ornamentation we observe inside.
It has already celebrated 100 years since the laying of the foundation stone and 90 since the first day it was opened to the public. There is no better expression to convey what is the Central Market today. A sacred temple where the professors of fresh produce receive and transmit the most substantial wisdom, our food. The magical light that enters from its dome and its stained-glass windows, the permanent whisper that caresses the ears, the explosion of colors and aromas, the taste at the end of the classic and eternal flavors, mixed with the most surprising. An authentic theme park of gastronomy.
The Central Market of Valencia is a paradise with a gigantic larder of modernist architecture, containing all the fresh produce of the garden, all the flavor and smell of the Mediterranean inside.
The largest fresh produce market in Europe, in addition to the rich and varied food supply, is in one of the most emblematic modernist buildings in the city. With an area of more than 8,000 square meters, it is full of decorative allusions to the products of the orchard and gardens of Valencia. Its structure, formed by iron columns, reminiscent of the Eiffel Tower (Paris), tile and stained-glass windows, makes it an architectural attraction. It is a place where traditional shopping meets the increasing number of tourists who frequent this space.
This agora of Valencian gastronomy has about 300 stalls that highlight fresh fruits and vegetables, with orange, tomato, and beans as protagonists; meats; cheeses; fish and seafood, in whose stalls draws attention to live eels; spices; nuts, etc.
El espacio que actualmente ocupa el Mercado Central fue, desde la primera expansión de la ciudad, el emplazamiento habitual de los mercados ambulantes. En 1839, se inaugura, en esta ubicación, un mercado descubierto, el Mercado Nuevo, el germen del actual Mercado Central. Hacia finales del siglo XIX este mercado es claramente insuficiente para la ciudad de Valencia. Por este motivo, en 1910, el Ayuntamiento de Valencia convoca un nuevo concurso para la construcción del nuevo mercado y, de los seis proyectos presentados se elige el de los arquitectos Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial.
Los arquitectos Alejandro Soler March y Francisco Guardia Vial, a instancias de la corporación municipal, modificaron el proyecto original y el Mercado se construyó de acuerdo con el proyecto fechado en noviembre de 1914. La obra la terminaron, en 1928, los arquitectos Enrique Viedma y Ángel Romaní.
Alfonso XIII protagonizó el acto protocolario con que se iniciaron los derribos. El 24 de octubre de 1910, con una piqueta de plata dio varios golpes en el muro del número 24 de la plaza del Mercado. Finalmente, el 23 de enero de 1928, se inauguró el actual edificio del Mercado Central de Valencia.
La espectacularidad del Mercado Central es innegable. Se trata de una de las edificaciones más atractivas y visitadas de la ciudad de Valencia. Su arquitectura no rompe la estética de la plaza, donde se integra a la perfección con otros dos importantes monumentos: la Lonja de la Seda y la Iglesia de los Santos Juanes. Es, indudablemente, el edificio más representativo de la Valencia que a principios del siglo XX avanza hacia el progreso tecnológico y mercantil y se siente orgullosa del potencial agrícola de su huerta. Esta apuesta por el progreso y por la producción agrícola se reflejan en de la estructura modernista del mercado y de la ornamentación alegórica que observamos en su interior.
Ya se han celebrado 100 años desde la colocación de la primera piedra y 90 desde el primer día que se abrió al público. No hay expresión mejor para transmitir lo que es el Mercado Central en la actualidad. Un sagrado templo donde los catedráticos de los productos frescos reciben y transmiten la sabiduría de lo más sustancial, nuestra alimentación. La luz mágica que entra desde su cúpula y sus vidrieras, el susurro permanente que acaricia los oídos, la explosión de colores y de aromas, el gusto al final de los sabores clásicos y eternos, mezclados con los más sorprendentes. Un auténtico parque temático de la gastronomía.
El Mercado Central de Valencia es un paraíso con una gigantesca despensa de arquitectura modernista, que contiene todos los productos frescos de la huerta, todo el sabor y olor del Mediterráneo en su interior.
El mayor mercado de productos frescos de Europa, además de destacar por la rica y variada oferta alimenticia, se ubica en uno de los edificios modernistas más emblemáticos de la ciudad. Con una superficie de más de 8.000 metros cuadrados, está repleto de alusiones decorativas a los productos de la huerta y los jardines de Valencia. Su estructura, formada por columnas de hierro, que recuerdan a la Torre Eiffel (París), azulejo y vidrieras, lo convierte en atractivo arquitectónico. Es un lugar donde se une la compra tradicional con los cada vez más numerosos turistas que frecuentan este espacio.
Esta ágora de la gastronomía valenciana cuenta con cerca de 300 puestos los que destacan las frutas y hortalizas frescas, con la naranja, el tomate y la judía como protagonistas; las carnes; los quesos; los pescados y mariscos, en cuyos puestos llama la atención las anguilas vivas; las especias; los frutos secos, etcétera.